SISTEMA DE FUNCIONAMIENTO


En el mundo hay dos sistemas básicos de funcionamiento de los teatros líricos: de temporada y de repertorio. En el primero , cada año se da cierto número de títulos, con la premisa de cambiarlos cada temporada salvo excepciones: si el número de títulos es suficiente la rotación adecuada se produce y permite cubrir las obras más significativas de los distintos períodos y en varios idiomas ; en caso contrario, indefectiblemente hay hiatos excesivos entre reposiciones y poco lugar para estrenos. Los teatros italianos, franceses, españoles y argentinos funcionan con este sistema, que permite formar elencos específicos y renovar las puestas de escena ( a veces en demasía, si no se ha sabido, o podido conservar las buenas puestas). Los teatros alemanes y austríacos funcionan con el otro sistema, “de repertorio”; un teatro como el National de Munich da unas cuarenta óperas anuales de las cuales entre 30 y 35 están en repertorio permanente y cinco o algo más son reposiciones con nuevas puestas o estrenos; puede haber algunos cambios pero el núcleo del repertorio es intocable. Se basa en un elenco estable importante capaz por sí mismo de hacer frente a la mayor parte del repertorio, aunque por supuesto hay invitados. Tiene el inconveniente de que sólo las novedades son ensayadas en detalle; las reposiciones de títulos de repertorio tienen escaso o nulo ensayo y raramente llevan a una representación unificada. Las dificultades provocadas por la crisis argentina han llevado al aprovechamiento intensivo de un pequeño núcleo de artistas locales, lo cual parecería un principio de elenco estable, pero dentro del sistema de temporada; con más fondos que permitan la necesaria y tradicional categoría internacional del Colón se lograría un equilibrio entre los extranjeros y los argentinos. Aquí el sistema de repertorio también es imposible por las limitaciones de ensayo de un teatro que necesita una semana de cierre al público por cada título de la temporada, debido a la precariedad de las salas de ensayo de los años 70 construidas en el tercer subsuelo; por la carencia de voces que puedan afrontar los grandes repertorios; porque el público está acostumbrado a la variedad y no aceptaría tanta repetición ; porque el calendario está compartido con el ballet y los conciertos; porque el costo de mantenimiento resulta mucho mayor; y porque el recambio de turismo, tan importante en este sistema, si bien ha aumentado todavía está muy lejano de lo que pueden convocar Viena o Munich. Sin embargo gente que conoce mal los sistemas ha pretendido que tal implantación es posible. Además han surgido en esta última década óperas alternativas al Colón que han ampliado la oferta y que con frecuencia usan los mismos artistas. Hay también salas en el mundo con sistemas mixtos, como el Metropolitan de New York o el Covent Garden. El Met ofrece varios títulos por semana pero procede por bloques de títulos, no los mezcla como en Viena, donde podría verse, p.ej., “Las Bodas de Fígaro” de Mozart con seis elencos distintos en otros tantos meses. Y el Covent a veces ofrece más de un título por semana, pero su limitación básica es que la ópera comparte el teatro con el ballet por partes iguales.

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